¡Adios jet-lag! Mis consejos para sobrevivir al cambio de horario
Antes y durante vuelo
La preparación comienza desde antes, desde elegir el horario del vuelo hasta algunas cosas que harás al subirte al avión.
Lo primero que tienes que hacer es tratar de buscar el mejor horario para un vuelo largo, que en mí opinión es el nocturno, porque de esta forma puedes dormir durante todo el trayecto y llegarás con energía, además esas pocas horas de sueño son mucho mejor que perder una noche entera y te ayudarán muchísimo.
También, unos días antes del viaje intenta empezar a cambiar tus hábitos de sueño dependiendo de la diferencia horaria que vas a tener, por ejemplo acostarte un poco más temprano o un poco más tarde, según el lugar al que vayas. Esto ayudará a que tu horario de sueño se vaya modificando poco a poco y sea más fácil adaptarte.
Otro tip súper importante es cambiar la hora de tu reloj o de tu teléfono al de la hora del destino desde el primer momento en el que te subas al avión. Olvídate de la hora que sería en tu país, lo dejarás atrás por un rato. Así que mueve esas manecillas y empieza a planear con tu nuevo horario, de esta forma tu mente empezará a ir cambiando.
Durante el vuelo
Una vez que estés en el avión es importante que empieces a buscar formas para conciliar el sueño, ya sea tomar un té o conseguir un antifaz. Debes de empezar a prepararte para dormir desde el inicio y hasta prácticamente el final.
Evita por completo las bebidas alcohólicas y trata tomar agua en medida de lo posible, para que te mantengas hidratado pero no te la pases en el baño.
Cuidar tu piel es otro punto importante, ya que el vuelo resecará tu piel. Trata de no usar maquillaje y aplica una crema hidratante en la cara a mitad del vuelo, esto te sentará muy bien y hará que te sientas más fresca cuando llegues.
Después del vuelo
Al momento de llegar a tu destino dirígete directamente al hotel para hacer el check-in, toma una ducha y cambia tu ropa. Ni siquiera pienses en recostarte “un momento en la cama” porque sin darte cuenta puedes irte a dormir. Necesitas activarte, toma un café y sal a caminar por la ciudad.
Pero si esto no ayuda y de verdad a mitad del día sientes que no puedes más, trata de tomar una pequeña siesta para recuperar energía, repito pequeña, porque sino nunca podrás ajustar tu horario.
Durante la noche intenta quedarte despierto lo más tarde que puedas para llegar al horario en el que normalmente dormirías y sigue tus hábitos como de costumbre. Si te despiertas a media noche, aléjate de los aparatos electrónicos, ya que esto alterará tu cerebro y será más difícil volver a dormir. Mejor opta nuevamente por un té o algún remedio personal que a ti te ayude a dormir.
Y listo, sin darte cuenta, el nuevo horario será parte de ti.
Fuente: alanxelmundo
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